Las herramientas de observabilidad, permiten a los gestores de las infraestructuras de tecnologías de la información tener conocimiento en tiempo real de los estados internos de los sistemas de forma integrada y omnicomprensiva. Las técnicas de observabilidad tienen un alto potencial para facilitar la recolección y empleo de datos en minería de procesos. Veremos por qué.
Qué es la observabilidad
El término observabilidad apareció por primera vez en la década de los 60 del siglo XX cuando Rudolf E. Kálmán lo mencionó como parte de las prácticas de supervisión de sistemas que aparecen en su Teoría de Control. Aunque en sus inicios la observabilidad estaba específicamente destinada a la ingeniería de maquinaria industrial, con el paso del tiempo se abrió campo en el mundo de la informática.
En términos generales, lo que llamamos observabilidad es una herramienta que diagnostica el estado interno de los sistemas, examinando sus entradas y salidas. Por entradas, estamos entendiendo las aplicaciones que se están empleando y, por salidas, las transacciones de negocio que se están efectuando. Es decir, las actividades que estamos realizando para proveer productos y servicios.
Recopilamos tanto el estado y el rendimiento de las aplicaciones como las métricas de negocio (tasas de conversión, la asignación de la experiencia del usuario, por ejemplo) junto la telemetría de la infraestructura se pueden resolver problemas antes de que afecten a los KPIs.
Tengamos en cuenta que, cada día más, la totalidad de los sistemas se encuentran accesibles por red conectados entre sí y en sistemas cloud con un grado de complejidad cada vez mayor, lo que dificulta la comprensión de por qué se dan determinados fenómenos y el control de la experiencia digital de los usuarios.
La pretensión de la observabilidad, por tanto, es permitir el análisis de causas reales de los problemas de puesta a disposición de un entramado muy complicado de sistemas empresariales y anticiparse a posibles errores y fallas que perjudican la propia viabilidad del negocio: todo se vuelve digital por lo que la interdependencia entre negocio y sistemas es más crítica que nunca.
La trazabilidad, uno de los pilares de la observabilidad
La observabilidad está basada en tres grandes pilares: generación de logs de eventos, métricas y trazabilidad. Los logs nos ofrecen el “libro diario” de un sistema que incluye las peticiones que efectúan los usuarios relacionadas con su actividad de producción de productos y servicios.
Las métricas incluyen, entre otros elementos, medidas sobre intervalos de tiempo. Agrupan los logs en torno a ellas. Finalmente tenemos la trazabilidad, que como su nombre indica, presenta el flujo de trabajo de un sistema, rastreando y exhibiendo todo su trayecto de principio a fin. Al efectuar el seguimiento completo, este pilar deja ver cómo se conectan los servicios entre sí y proporciona un contexto para los otros componentes de la observabilidad.
Un lector iniciado en minería de procesos podrá detectar aquí que los sistemas de observabilidad están generando las trazas necesarias para analizar los procesos: si los sistemas de trabajo se encuentran conectados en nube, a través de los servidores recogemos todos los datos que configuran la representación de un proceso: qué se hizo (el log del evento), los tiempos de inicio y fin (cuándo se hizo la petición al sistema, lo que tardó en ejecutarse) y el orden de ejecución.
Ejemplos y casos de uso de observabilidad
Volviendo ahora a su uso como herramienta de los profesionales de IT para asegurar una correcta ejecución de los sistemas, un ejemplo común de caso de uso y beneficios de la observabilidad está en la aplicación que le dan los desarrolladores de DevOps. Con ayuda de esta solución, los desarrolladores pueden comprender el estado interno de una aplicación en un momento dado y tener acceso a información precisa sobre fallas del sistema en entornos de producción distribuida.
Para que una compañía pueda implementar técnicas de observabilidad, es necesario contar con las herramientas adecuadas con el fin de recopilar los datos de telemetría adecuados. En este caso, las empresas pueden optar por crear su propio sistema de observabilidad, utilizar un software de código abierto, u optar por adquirir una solución de observabilidad comercial. Elastic, Dynatrace o Datadog son compañías bien conocidas.
Cómo usar observabilidad junto a la minería de procesos
La observabilidad es una técnica que permitirá facilitar la implementación masiva de minería de procesos, puesto que acelera la construcción y captura sistemática de trazas, el problema más complejo de la minería de procesos.
El empleo sistemático de sistemas de gestión que funcionan en la nube a través de microservicios y kubernetes, y dado que los sistemas de observabilidad generan trazas end to end de los sistemas, la observabilidad se convierte en una herramienta de potencial extraordinario para que las empresas puedan estructurar una política de ejecución de procesos basada en datos de modo generalizado.
Las técnicas de observabilidad nos generan trazas y, desde ahí, el descubrimiento del proceso real, con sus variantes y el respectivo análisis de desempeño se automatiza y se acelera.
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